Turismo Rural Cazorla

Río Guadalentín - Vado Carretas

Como llegar

Pozo Alcón, en pleno Parque Natural de Sierra de Cazorla en Jaén, con dirección al embalse de la Bolera. Una vez pasado el camping municipal vemos  un cartel que nos indica “El Hornico 2Km” (aula natural) y tomamos ese cruce a la izquierda. Tras circular durante 7 kilómetros por una pista forestal, llegaremos a un nuevo cruce que tomaremos a la derecha y donde tras pasar un puente de piedra sobre el  arroyo de Guazalamanco, llegaremos  a la Casa del Molinillo, lugar donde dejaremos el vehículo, y desde donde partiremos hacia nuestra ruta.

Tras pasar el puente de la Cerrada de la Herradura sobre el río Guadalentín nuestro camino comienza 
a empinarse. Veremos las ruinas del Cortijo de la Herradura, donde solo quedan algunos trozos de pared de piedra, nogueras y poco más. Si continuamos llegaremos al Cortijo de los Tontos, rodeado de encinas milenarias y enebros.

Mirando en la dirección que sube el camino, se empieza a ver el Puntal de Ana María, construido en lo más alto y desde donde podremos contemplar un precioso paisaje. Algo más abajo, y casi apegado al paredón de la 
Lastra del Sabinal, podremos contemplar las ruinas de la caseta forestal Puntal de Ana María, con su majestuoso roble centenario en la entrada.

Una vez en el cortijo Puntal de Ana María, aprovecharemos para descansar un poquito, recrear la vista y observar al frente y justo debajo el cortijo de Las Acebadillas, frente a la caseta forestal de Prado Arredondo y la parte de arriba de la casa forestal de La Yedra. Desde aquí nuestra ruta se entrellana y se hace más cómoda de andar.

A nuestra derecha, y antes de comenzar a descender hasta el río Guadalentín, nos encontramos las ruinas del cortijo Poyo Tribaldo. El descenso nos llevará hasta el rio Guadalentin en el Vado de las Carretas. Si el caudal de agua que lleva el río nos lo permite, podemos continuar nuestra ruta aguas abajo, hasta llegar a la desembocadura del río Gualay, lugar que dará por finalizado nuestro trayecto. Sobre nuestros propios pasos volveremos de regreso hacia nuestro punto de partida.

Ruta: Molinillo – Vado de las Carretas
Provincia: Jaén
Dificultad: Media
Duración: 6 horas (ida y vuelta)
Trayecto Itinerario de ida y vuelta por el mismo lugar o retornando río abajo (mas complicado, mas divertido).

Parque Natural Sierra de Cazorla Segura y las Villas.

Llegados propiamente al salto del Lirio, el paisaje es espectacular. Al norte, sobrecogidos por una visión singular, encontramos la población de Hinojares, una pequeña mancha verde en un paisaje desértico. Por detrás incluso de las estribaciones de la Sierra del Pozo, asoma el pico del Rayal, que con sus 1.835 m observa indolente la población de Tiscar, siendo visible la Torre del Castillo de Peña Negra que se asienta sobre el Santuario y la población también visibles. A medida que dirigimos la mirada hacia el este encontramos la caseta del Pico Cabañas, que con sus 2.028m es la elevación más alta de la Sierra del Pozo; la silueta cónica e inconfundible de la Sierra de la Sagra (2.382m); la población de Pozo Alcón; los llanos de Cortés y Jabalcón ; la población de Cuevas del Campo; la Sierra de Baza; la depresión de Guadix, con Sierra Nevada al fondo; el valle del Guadiana Menor (ya al Sur); Peña Cambrón (1.191m) al oeste; los Cerros de Ubeda y las dos ciudades monumentales: Ubeda y Baeza y los picos del Guadiana (751m) al noroeste en dirección aguas abajo del Valle, que con su singular cresta aparentan ser el lomo de un reptil que agotado de vivir dejó su vida por estos lares.

Estamos ante una visión única de la zona más seca del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Las precipitaciones por debajo de los 250 mm y los afloramientos de yesos y otros materiales salinos dan lugar a una riqueza florística única. El número de especies endémicas en al zona es muy elevado, siendo el valor ecológico de la zona muy alto. También encontramos diapiros de roca subvolcánicas, yacimientos de fósiles, poblados ibéricos (en los castellanes de Ceal), las salinas de Chillar o Hinojares (de las que se extrae sal de mesa).

Otra posibilidad, muchas veces desdeñada es emplear este mirador como punto de observación astronómico. Lejos de fuentes de contaminación luminosa, el pasado se abre paso en infinidad de puntos luminosos, entre los que algunos cuerpos mas cercanos, nuestros hermanos en girar alrededor del sol, nos asientan en el presente. Aunque solo sea por reconocer las principales constelaciones y cuerpos celestes de nuestra bóveda, el paseo merece la pena. ¿Y que decir de una mirada al valle en plena luna llena?

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